Escrito por Mariana Hernández Peña
Cuanto
más hayas pensado, cuanto más hayas hecho, tanto más largamente habrás vivido
(incluso en tu propia imaginación). Creo
que muchas veces no sabemos realmente qué es lo que queremos, o si realmente
queremos algo, nos es tan confuso y difícil averiguarlo. Pero la clave esté
quizás en esto precisamente, en inventarnos,
es decir, en descubrir qué es lo que queremos, entender que hay algo que permanece ahí pero
que la sociedad a veces empaña el panorama y provoca diversas confusiones.
La idea Kantiana
del hombre no es la de un genio como tal, o la de un sabio, sino aquella que manifieste <<la magistral
originalidad del talento del individuo>> y dice, retomando la frase con
la que inicié el párrafo anterior, que
el mejor campo en el que este genio puede inventarse y forjarse es el de la
imaginación.
De eso es de lo que,
como humanos impulsados a alcanzar el nivel verdadero de Seres Racionales
debemos sentirnos satisfechos de acuerdo a la exposición de Kant, de la
creación de hombres ejemplares moralmente, comprometidos con la sociedad y
comprometidos con el carácter propio.