Escrito por Ximena Torrescano Lecuona
Como se ha visto en clase, el problema de una
posible antropología-filosófica como
ciencia viable aún sigue vigente. Esto se debe a la antítesis que surge de la
naturaleza metódica y las pretensiones que tanto la antropología como la
filosofía tienen respectivamente. Por
una parte, en la antropología resulta criticable la instancia de reducción
subjetivista, en tanto que la diversidad
cultural es abismal y esto imposibilita un estudio universalizante del hombre,
tal como lo pretende la filosofía. Sin embrago, esta última resulta criticable
también en tanto que busca dirimir las diferencias relativas a cada sociedad o
cultura en aras de encontrar elementos que trasladen el objeto de estudio fuera
del hombre concreto para elevarlo a una categoría superior que universalice y
permita explicar los fenómenos sociales en su conjunto.
A la problemática ya expuesta, encuentro como
solución la teoría del estructuralismo expuesta por Leví Strauss. Dicha teoría,
tal como su nombre lo indica busca la estructura o andamiaje que anteceda a
toda acción empírica particular, para de este modo pensar los fenómenos
sociales particulares como pertenecientes a un
orden lógico general. Si se estudia con cuidado podrá encontrarse en
esta tesis la tentativa de conciliación para ambas ciencias (antropología-filosofía)
patentando la posibilidad de una antropología filosófica. Sin embargo para
pensadores como Edmund Leach, Strauss se contradice al no mostrarse ni como
antropólogo ni como filósofo debido a las divergencias metódicas de ambas
disciplinas.
A mi juicio, el estructuralismo es una
tentativa para la superación del relativismo en todas sus formas y una manera
de evitar el escepticismo como consecuencia de un inadecuado ordenamiento
lógico que permita acceder a conocimiento fiable. Por otra parte, es cierto
también, que el estructuralismo al buscar patrones análogos en el hombre en
cuanto tal o en cuanto especie biológica o psíquica, reproduce el mismo
ejercicio relativista del cual se busca un alejamiento, sin embargo me parece
una problemática menor si se considera que esta reducción empírica será superada
tanto más cuanto que se buscan las
intuiciones análogas en las sociedades diversas, en pro de un andamiaje lógico
y ordenado que concilie todos los discursos del hombre.
Es en este punto donde incluso encuentro
relación metódica entre el estructuralismo de Strauss y la fenomenología de
Husserl, en tanto que ambas teorías proponen un conocimiento del “ser” a partir de los datos empíricos y
particulares entendidos como variables pertenecientes a un orden general y
constante. (Esto Último es una suposición personal)