Escrito por Gemma Elizabeth Tovar Ramírez
El escepticismo es
una postura en la cual se pone en duda el conocimiento ya establecido, es
decir, se pone en entre dicho lo que ya era asumido como verdad. Existen dos
manera de adoptar esta postura: una en la cual la duda se toma como un gesto
sano, que podría ser el paso inicial para la creación de un nuevo conocimiento,
o sea el cuestionamiento para dar lugar a un nuevo saber, la duda como inicio para establecer una
ciencia; y la segunda, que a diferencia de la primera en este se tiene una
actitud más radical en el cual se entra en una relativismo absoluto, es decir,
el escepticismo (este acto de dudar) se vuelve una posición drástica e
inapelable donde se establece la idea “No existe ninguna verdad”, y como tal
ninguna construcción es posible, puesto que la duda se plantea en todo
conocimiento, no hay una verdad objetiva.
Dentro de las
ciencias específicas y la filosofía existen varias diferencias. Las ciencias
específicas por una parte son factico empíricas, por consiguiente comprobables,
lo que las convierte en ciencias de hecho, es decir, que pueden ser tangibles.
Pero en cambio la filosofía es ideal no se encuentra dentro de una realidad
material. Mientras que las ciencias factico-empíricas se basan en ciertas experiencias
humanas, experiencias subjetivas de hecho; la filosofía tiene en cuenta toda experiencia
posible, o sea todo el conjunto, una
subjetividad total. Las ciencias como la Psicología, Antropología o Sociología
toman como punto de partida determinadas experiencias humanas, experiencias
específicas dependiendo de su campo de estudio, es decir, solo una parte de la
subjetividad total.
El antropologismo
es una forma de subjetivismo, al igual que una forma de relativismo, en el cual
se postula que el hombre y su existencia concreta en el mundo son fundamento de
la filosofía, y de la misma manera fundamento de la lógica, de manera que, la verdad
se encuentra en la especie humana; este postulado claramente se tienen ciertas
complicaciones, puesto que la verdad no depende de cuando, de donde o de quien
la diga, es decir, es entera, imperecedera, homogénea, etc., y si esta basa en
el hombre que es un ser espacio temporalmente determinado suena contradictorio.
Por lo que nos cuestionaríamos si puede existir una filosofía antropológica.